El lino lleva siglos siendo uno de los tejidos más valorados. Su frescura, resistencia y aspecto natural lo convierten en una elección perfecta para vestir la cama. Ahora bien, no todos los linos son iguales. Existen diferentes variedades según el tipo de tejido, el acabado, el grosor o incluso el diseño, y cada una ofrece una experiencia distinta.
En este artículo descubrirás los tipos de lino hay y cuáles son los más adecuados para disfrutar de un descanso cómodo y saludable.
Tipos de lino según el tejido
La forma en la que se teje el lino determina gran parte de su tacto y apariencia.
Damasco
Caracterizado por sus dibujos geométricos o florales creados con el propio tejido. Aunque es elegante, suele usarse más en manteles o decoración.
Tejido liso
Es el más común en sábanas y fundas de lino. Su textura es uniforme, resistente y fácil de mantener, lo que lo puede convertir en una de las opciones favoritas para el día a día.
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Tejido suelto
Más ligero y transpirable, deja pasar mejor el aire. Ideal para climas cálidos o para quienes buscan una cama muy fresca en verano.
Tela de lino de tejido holgado
Es fresca y muy transpirable: sábanas y fundas regulan mejor la temperatura y evacuan la humedad.
En cojines, plaids y cortinas de lino aporta caída natural y un estilo relajado; en ocasiones puede transparentar un poco, pudiendo añadirle un forro aportándole más opacidad.
Tipos de lino según el tratamiento o acabado
Además del tejido, el lino puede recibir distintos tratamientos que cambian su aspecto y tacto.
Lino crudo
Se presenta en su forma más natural, sin apenas procesos. Es más rígido al principio, pero con los lavados gana suavidad y autenticidad.
Lino blanqueado
Ha pasado por un proceso que aclara su color original. Suele ser utilizado para quienes buscan una estética limpia y luminosa en la cama.
Lino lavado
Es uno de los más valorados en ropa de cama. Al lavarlo de forma especial durante su producción, gana un tacto suave desde el primer día. En dE.LENZO somos especialistas.
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Lino de mezcla
Combinado con otros materiales como algodón o fibras sintéticas, busca equilibrar suavidad y resistencia. Aunque no siempre mantiene la pureza del lino, puede ser una opción económica.
Te contamos las diferencias entre lino vs algodón.
Lino de alta calidad
Proveniente de fibras largas y seleccionadas, destaca por su resistencia y suavidad. Es el lino que se convierte en una inversión a largo plazo para quienes valoran un descanso premium. Descubre en dE.LENZO lino Europeo de primera calidad.
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Tipos de lino según grosor y textura
El grosor también influye en cómo sentimos el lino en la cama.
Lino fino
Ligero y delicado, ideal para sábanas de verano. Su frescura es inigualable, perfecto para noches calurosas.
Lino grueso
Más denso y con cuerpo, se usa principalmente en colchas, mantas o piezas de abrigo para el invierno.
Lino mezclado
Con diferentes grosores de fibra, ofrece un tacto intermedio. Puede funcionar bien en ropa de cama que quieras usar todo el año.
Tipos de lino según estética o diseño
El lino no solo se diferencia por cómo se teje o trata, también por su acabado visual.
Lino teñido
Permite jugar con una amplia gama de colores. Desde tonos neutros y suaves hasta colores intensos, se adapta al estilo de cada dormitorio. Descubre nuestros juegos de cama bicolor.
Lino estampado
Menos habitual en ropa de cama, pero interesante para dar un toque original a fundas nórdicas o cojines de lino.
Lino arrugado
Ese acabado natural y desenfadado que no necesita plancha. Muy apreciado en la decoración actual de los hogares, transmite calidez y un aire relajado.
¿Cuál es el mejor tipo de lino para ropa de cama?
Si lo que buscas es comodidad y una buena experiencia de descanso, el lino lavado y el lino fino son las opciones más recomendadas y el grueso para colchas y plaid. El primero por su suavidad inmediata y su estética acogedora, y el segundo por su frescura, perfecta en verano.
El lino de alta calidad es la elección ideal si buscas ropa de cama duradera y con un tacto excepcional. Descubre nuestra ropa de cama de lino.
Consejos a tener en cuenta.
- Piensa en el clima: lino fino y suelto para el verano; lino más grueso o mezclado para épocas frías.
- Elige el acabado que prefieras: si quieres suavidad desde el primer día, apuesta por lino lavado.
- Valora la estética: los tonos naturales y el lino arrugado aportan un aire relajado; los teñidos permiten personalizar el estilo de tu dormitorio.
- Invierte en calidad: un lino de fibras largas es más resistente y se mantiene mejor con los años.
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